El período del climaterio y la menopausia en la mujer es una etapa de muchos cambios en diversos ámbitos, y la nutrición no se escapa de ellos. Tomando en cuenta que la esperanza de vida de las mujeres en Costa Rica está por encima de los 75 años y que el climaterio inicia alrededor de los 50, es casi un tercio de la vida en la cual se desarrollan en etapa post menopaúsica, con todos los cambios corporales y de salud que hayan tenido.

A nivel de nutrición, ocurren una serie de modificaciones en su perfil de salud, incluyendo el peso corporal, la composición y los requerimientos de nutrientes, que deben ser compensados para prevenir deficiencias de nutrientes y elevaciones en el peso que puedan comprometer su salud. El principal cambio en la salud de la mujer con el que se relacionan la mayoría de síntomas es el cese en la producción de estrógenos, hormonas encargadas de toda la actividad reproductiva y muchos otros aspectos del metabolismo.

Vamos a conocer los riesgos más significativos en salud que ocurre durante esta época, así como el cuidado a nivel nutricional que deberás tener si eres mujer:

Peso y composición corporal: como parte del proceso de envejecimiento, la etapa de la premenopausia conlleva diferentes modificaciones en la composición corporal de la mujer, dándose principalmente la disminución de la talla y el aumento de la grasa corporal sobre todo a nivel abdominovisceral. Se ha observado que la menopausia contribuye a modificar la distribución de grasa corporal independientemente de la edad y el estado nutricional previo. Es por esta razón que tanto previo a este período, como posterior, el ejercicio regular y una alimentación balanceada y saludable son indispensables para mantener un peso y porcentaje de grasa saludables.

Osteoporosis: uno de los órganos más afectado por la falta de estrógenos y que no produce síntomas hasta que se expresan sus consecuencias, en este caso las fracturas, es el esqueleto, que desarrolla osteoporosis hasta en 4 de cada 10 mujeres posmenopáusicas sin tratamiento.  La prevención de la osteoporosis desde edades tempranas incluye un consumo adecuado de calcio y vitamina D así como la práctica de actividad física de manera regular, en la etapa de la menopausia ambos cuidados son aún indispensables, en el caso del consumo de calcio y vitamina D a través de alimentos como lácteos o suplementos y la práctica de actividad física debe ser un hábito constante.

Enfermedades cardiovasculares: Como parte de las consecuencias a largo plazo de la falta de estrógenos ocurre una modificación en forma desfavorable de la concentración y proporción de grasas en la sangre, aumentando el colesterol «malo» y disminuyendo el «bueno» lo que se traduce en mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, es en esta etapa en la que se presentan con más frecuencia enfermedades como la presión arterial elevada y la diabetes, que, aunque no son causadas por la falta de estrógenos, esta situación hace más difícil controlarlas y se vuelven así más riesgosas.  De nuevo, los factores más importantes a considerar son una dieta balanceada que incluya buenas fuentes de fibra como frutas y vegetales y fuentes de omega 3 como el salmón y las semillas y la práctica constante de actividad física para elevar el colesterol bueno.

Para contrarrestar estos riesgos en salud, así como otras complicaciones de la menopausia como lo son los calores y el insomnio, existen terapias de reemplazo hormonal que puede recomendar el médico con el fin de tener una mejor calidad de vida.  No obstante, algunas de estas terapias pueden conllevar aun así un mayor riesgo en temas como la aparición de células cancerígenas y enfermedades cardiovasculares. Por esta razón, existen terapias alternativas naturales como el uso de fitoestrógenos o isoflavonas presentes en alimentos como la soya, que dentro de una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable pueden ser de gran ayuda en el control de síntomas y prevención de riesgos.

A pesar de todos estos posibles cambios, la menopausia no deja de ser una etapa para disfrutar, y por eso es por lo que se deben cubrir todas esas necesidades de nutrientes para hacerlo con la mejor calidad de vida.  Como en cada tema que comentamos, siempre es indispensable la recomendación del profesional en salud, en este caso del ginecólogo, sin embargo, en cuanto a nutrición se refiere te anoto a continuación los alimentos que no deben faltar en tu dieta:

  1. Lácteos: leche, queso, yogurt o sus sustitutos vegetales suplementados con Calcio.
  2. Vegetales y hojas verdes: espinacas, kale, brócoli
  3. Pescados grasos: salmón, atún, sardinas.
  4. Aceites vegetales: oliva
  5. Semillas: almendras, nueces
  6. Aguacate

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Bibliografía

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